
El balanceo es un procedimiento sencillo de 30 minutos que “permite ajustar los pesos de las llantas y los rines, con el objetivo de mantener un equilibrio correcto entre ambos”
El rendimiento de las llantas y el confort al conducir, siempre serán el objetivo del balanceo.
Este servicio se realiza a 5.000 o 10.000 km y cuando se compran llantas nuevas. Este procedimiento de bajo costo es necesario para evitar movimientos y vibraciones al conducir a una velocidad mayor a los 90 km/h.
¿Cómo se realiza el balanceo?

El balanceo se puede realizar de dos formas:
De forma estática: Con pequeños pesos ubicados en el rin para contrarrestar el desequilibrio
De forma dinámica: Se tiene en cuenta el peso de la llanta para realizar el ajuste
Cómo saber si mi vehículo necesita balanceo

Hay varias señales que te indican falta de balanceo, las principales son:
- Sientes vibraciones cuando aumenta la velocidad
- Se presenta inestabilidad del volante al conducir en línea recta
- Hay desgaste anormal en los bordes de las llantas
- Es más fácil girar para un lado que para otro
- Los amortiguadores están en mal estado
- Los rines presentan abolladuras o se ven deformes
Ventajas de balancear el vehículo
Ahorro
Solamente haciendo este mantenimiento de forma oportuna ahorras en combustible y la vida útil de tus llantas se alargará.
Estabilidad
El balanceo permite que el vehículo se desplace de forma correcta en líneas rectas y en curvas.
Seguridad
Realizando el balanceo no pondrás en riesgo tu vida ni la de los tuyos.
Confort
Puedes conducir tranquilamente sin sentir vibraciones o zigzagueos.
¡Recuerda!

El balanceo es importante para evitar que las llantas sufran deformaciones, que produzcan ruidos y que el desgaste se produzca de forma prematura.
Recuerda que además del balanceo, realizar mantenimiento preventivo al vehículo, la alineación y la revisión de las llantas, son la fórmula ideal para sostener tu seguridad como conductor y de quienes te acompañan.